Los pentagonistas, nos encontrábamos reunidos en la “cafetería-sala de estudio” de Atzavares tras finalizar nuestra práctica de Comunicación e Internet cuando una compañera de segundo (M.G.P.) apareció por la puerta enfurecida porque su coche (Un Renault Twingo amarillo verdoso) no quería arrancar.
Cómo buenos ciudadanos, concienciados con la comunidad salimos a ayudarle sin desperdiciar un minuto. Al lugar del acto acudió también la madre de la afectada que daba consejos sobre cómo arrancar el coche, que fue empujado por todo el parking, y pilotado por Canito, al que sus compañeros pentagonistas gritaban: “Por dios, trata de arrancarlo”.
Tras dos vueltas al parking , los pentagonistas no tenían aliento para continuar empujando y la propietaria del coche cogió su teléfono para avisar a la grúa , pero en ese momento, como caído del cielo, apareció en su limpio y cuidado quad rojo, un hombre de Eulen, que nos consiguió unas pinzas para lograr arrancar el coche.
Los más manitas del lugar, David y Canito, se pusieron manos a la obra y casi saltan por los aires, pero otra aparición apoteósica del empleado de Eulen que alertó sobre la posición correcta de las pinzas y lo que no se debía hacer, les salvó de llevarse una buena descarga.
David coloca las pinzas salvadoras
David coloca las pinzas salvadoras
Finalmente, el twingo, M.G.P. y su madre retomaron su camino, y consiguieron volver a su destino, superando una mala experiencia que podrán contar a sus nietos.
El Twingo retoma su marcha
El Twingo retoma su marcha
Desde aquí queremos agradecer a Eulen por salvar la vida de dos pentagonistas y evitar que murieran carbonizados y por salvar la vida de ese Twingo amarillo que cada día alegra el parking de la Universidad Miguel Hernández.
J.J.Murcia
J.J.Murcia
Menuda aventura chicos!!
ResponderEliminarSin duda hay que ver, nuestros amigos de Eulen siempre están por todas partes, ya sea para despejar los pasillos(con su especie de moto limpiadora con la que parecen atacarnos y hacen que nos alejemos) o con unas pinzas para arrancar el coche!! INCREIBLE! jajajaja
Buena entrada Pentagonistas, con humor, bien contada y sobre todo son las imágenes que nos hacen imaginar mejor cómo ha trancurrido la gran aventura paso a paso!
Un saludo!! :)
Chicos la historia es muy original, sin duda algo que podría pasarle a cualquiera lo habéis redactado de una forma genial :) además las fotos son muy buenas.
ResponderEliminarSeguid así, McLuhan os ama ^^
La entrada es muy original, y la historia está contada de una forma que engancha, además magnífica aportación con las fotos.
ResponderEliminarQue bueno¡¡ jajajajajaa pobre chica, anda que no pasan cosas surrealistas en esta universidad. ¿Quién no ha escuchado croar a las ranas mientras estudia en la Galia? xD
ResponderEliminarUna entrada que se sale de lo común, por ello nuestra enhorabuena. Como bien dicen por ahí, es algo que podría sucedernos a todos. Además se nota que habéis estado realmente ahí (lo demuestran vuestras fotos), así que también felicitaros por haber sido solidarios...
ResponderEliminarY como creemos que vuestra idea era destacar a los trabajadores de Eulen, no podemos irnos sin mencionarlos, ya que siempre están presentes por nuestra universidad (celadores, limpiadores, mantenimiento...) y nunca reparamos en ellos ni en la labor que llevan a cabo. Así pues, aprovechamos y les damos las gracias por haber ayudado a una compañera y por llevar a cabo su labor a la perfección
Un saludo, chicos =)
Hola amiguitos mirar este blog:
ResponderEliminarhttp://trabajadoresdeseguridadeulenalicante.wordpress.com/foro-vigilantes/comment-page-11/#comment-2105